lunes, 21 de abril de 2014

III. Baja Edad Media y Renacimiento

Por:
José Hernán Elizondo A01193250
Mario Trujillo A01193222
Benedic Téllez A01193121

Madonna de Brujas

Análisis Histórico: La Madonna de Brujas es una escultura hecha por Miguel Ángel entre los años 1501 y 1504. Mide 1,23 metros de altura y fue creada rápidamente después de la piedad del Vaticano. Giovanni y Alessandro Moscheroni eran miembros de unas familias ricas que se dedicaban al comercio de la hilatura de paños y fueron los flamencos que también se encargaron de vender la idea de crear la escultura que fue tallada con mármol blanco. Francisco di Picollomini, el futuro Papa en esos tempos había encargado a Miguel crear 15 imágenes en mármol de Carrara en memoria del papa Pio II por eso originalmente la Madonna de Brujas fue  destinada para el altar en la catedral de Siena, aunque en donde  actualmente se encuentra es en la iglesia de nuestra señora de Brujas, en donde es el punto de atracción turístico. Fue movida constantemente antes de llegar a este último punto.
En la época de Napoleón se la llevaron a Francia durante su revolución y la regresaron en 1815, además en la Segunda Guerra Mundial los austriacos y alemanes  se robaron muchas esculturas entre ellas la Madonna de Brujas y terminó dañada pero después la terminaron restaurando para continuar apreciando esta majestuosa obra. Miguel Ángel agarró su ideología renacentista para crear esta esplendorosa obra, la cual por cierto, tiene muchas similitudes con la obra que hizo de la piedad. 

Además podemos apreciar como el niño, que se aprecia como Jesús está casi de pie intentando dar sus primeros pasos en donde la virgen lo sostiene... Esta escultura es sumamente valiosa en cuanto a lo histórico, ya que fue hecha por un genio de aquella época renacentista, y cuenta con elementos renacentistas que muchos otros artistas tomarían después, y porque él fue un gran artista que en su época logró ser reconocido y admirado por sus obras, y que hoy en día se le sigue valorando.


Análisis Crítico: La obra “Madonna de Brujas”, de Miguel Ángel Buonarroti, es una escultura creada con mármol, y aunque fue creada justo después de la Piedad, ésta no tiene una forma o estructura piramidal. 
La base de esta es circular, también creada con mármol, y muestra a una virgen, medio sentada, y a un niño parado frente a ella apoyando sus brazos en la pierna izquierda de la virgen. Se muestran muchos pliegues de ropa en la virgen, no se le ve la piel de sus piernas ya que su ropa la cubre hasta la base, con su mano izquierda está sosteniendo una de las manos del niño, que por cierto se halla desnudo, ambos tienen los ojos cerrados, como mostrando serenidad, seriedad, y una muestra de pensamiento. La cabeza de la virgen se encuentra cubierta por encima con un velo, también ondulado y de un aspecto muy real. 

La estructura podría tomarse como vertical, ya que en general, tomaría una forma rectangular, y con el niño también de pie, da la sensación de que la escultura fue creada con dicha verticalidad. La proporción es correcta, tanto con los bracitos del niño como con el tamaño de las cabezas, del cuerpo de la virgen y todo lo demás. El color que predomina es el del mármol, las líneas de casi todo podría decirse son curveadas, ya que la ropa de la virgen así como las partes del cuerpo del niño tienen extremos curveados y nada afilados, lo que a la vez puede crear algo de movimiento en la vestimenta de la virgen. 
Tiene una textura bastante real, que hasta si simplemente tocaras la escultura, sabrías exactamente de qué es. El espacio es tridimensional, y si tiene un balance, ya que todo está bien distribuido verticalmente. 
Finalmente, podemos decir que lo que el autor nos trataba de transmitir es que tanto la virgen como el niño, se podían apoyar el uno al otro, porque así como la virgen va a estar ahí para el niño, el niño muestra agarrándola de la mano que él también le puede dar fortaleza, y muestran además grandes sentimientos en ambas caras, algo difícil de demostrar a través de esculturas, y es por lo mismo que la obra es bastante valiosa, porque además de contar con muchos de los elementos del formalismo, muestra grandísimos detalles en los pliegues, en las manos, en los rostros y en las expresiones, y aunque haya sido creada bajo pedido, hoy en día se sigue admirando por mucha más gente que la que se tenía prevista.

La Dama del Armiño

Análisis Histórico: Leonardo da Vinci conoció a Cecilia Gallerani en Milán en 1484, ya que ambos vivían en el Castillo Sforzesco, el palacio de Ludovico Sforza.  Cecilia Gallerani era la amante del duque Ludovico. Cecilia Gallerani era muy joven y bella, aunque en estos tiempos tenía una edad de tan solo 17 años. 
Cecilia Gallerani no solo era una mujer muy bella sino que también tocaba música y escribía poemas en aquellos años. La historia de este cuadro puede ser reconstruida a partir del finales del siglo XVIII. La pintura fue adquirida por varios compradores muy importantes. Este cuadro se encontró escondido durante muchos años en los subterráneos de un castillo, sin embargo, este cuadro fue encantado en el 1939 por los soldados Nazis que habían llegado a invadir Polonia y fue enviado al museo de Káiser Friedrich en Berlín.
Aunque después, en el año 1940, el gobernador Hans Frank le demandó a Alemania que el cuadro de La dama del Armiño fuera regresado a Polonia y allí estuvo colgada en sus oficinas. Al final de la segunda guerra mundial las tropas descubrieron la pintura de La dama del Armiño en la mansión de Hans Frank en Baviera. Cuando el cuadro de La dama del Armiño fue recuperado tenía en un ángulo la huella de un talón. Fue devuelto a Polonia y actualmente se expone en el Museo Czartoryski de Cracovia.

Este cuadro es uno de los pocos cuadros de mujeres de la realeza que el pintor Leonardo da Vinci llegó a terminar. Él era el ejemplo perfecto de un genio ya que tenía tantas ideas que si se tardaba mucho en realizar alguna se aburría y se ponía a hacer otra de sus ideas realidad. Así que finalmente, en esta pintura podemos observar cómo es que Leonardo da Vinci ponía en acción su manera de hacer que las pinturas se encuentren haciendo movimiento y cómo es que él llegó a revolucionar la época del renacentismo.

Análisis Crítico: En esta pintura podemos observar una de las obras maestras creadas por el pintor renacentista italiano, Leonardo da Vinci. Se cree que la obra representa a Cecilia Gallerani, amante de Ludovico Sforza, duque de Milán. Esta pintura creada por Leonardo da Vinci es un de los cuatro retratos de mujer creados por él. 
A pesar de que la pintura se encuentra dañada podemos observar que al fondo de la pintura se encuentra una puerta atrás de la modelo. También podemos llegar a observar que existe un velo de color transparente sobre la cabeza de la modelo Cecilia Gallerani. 
La modelo además cuenta con un collar de perlas negras que le llega hasta el pecho. Se puede observar cómo la damisela llega a voltear su cabeza un poco hacia la izquierda para dar una aspecto realístico y dar una mirada de perfil. Podemos ver cómo es que Cecilia Gallerani fue dibujada con unos dedos muy grandes y largos que la hacen destacar dentro de las pinturas que hizo Leonardo da Vinci. 
La modelo Cecilia Gallerani se encuentra sosteniendo un Armiño, que es un pequeño animal parecido a la comadreja.  En aquella época los armiños se relacionaban con la aristocracia, así que es muy probable que Cecilia haya cargado ese armiño como mascota intencionalmente. Como en muchos retratos de Leonardo da Vinci la composición implica un espiral piramidal y el sujeto es captado moviéndose mientras gira hacia la izquierda, reflejando la preocupación que Leonardo tuvo toda su vida por la dinámica del movimiento. Es así como se puede ver que la pintura tiene un efecto importante en la sociedad renacentista así como en la nuestra, debido a los argumentos anteriormente mencionados, que siguen los elementos del formalismo. Finalmente la damisela porta una blusa multicolor que probablemente se encuentra hecha de materiales finos y solo era portada por la realeza o personas ricas de aquella época.

viernes, 18 de abril de 2014

Visita al Tutankamón

Este mes, como se puede apreciar en todas las imágenes, visitamos fervorosamente el Museo del Noreste (MUNE) de Monterrey, en donde se presentaba y se sigue presentando la exposición del Tutankamón, en donde fácil se encuentran más de 200 piezas, que aunque en su mayoría son réplicas, han sido recreadas por artistas italianos siguiendo los mismos procedimientos que las originales que se encuentran en El Cairo. La exposición trata principalmente de la maldición y la tumba de Tutankamón, aunque también se encuentran elementos que demuestran las creencias religiosas, las prácticas, los rituales y los mitos que tenían en aquel antiguo Egipto. Fue traída a Monterrey gracias a la empresa History Time y a la Fundación Cultural UNAM, y aunque es reconocida como una exposición internacional, al presentar nuestras credenciales de estudiantes, nos costó solamente 20 pesos la entrada, lo que es algo de recalcar, para que aprovechen.
 Ahora bien, vimos muchísimas de las esculturas, en su mayoría brillantes y doradas, y vimos desde el lecho fúnebre de Isis Mehet, hasta el trono de Tutankamón, desde un contenedor para vasos, hasta pequeños sarcófagos, cabezas, esculturas de diosas, una gran silla dorada (la de la imagen) e incluso un proceso de embalsamamiento en base a esculturas de hombres de proporción real.
Sobre los escultores, los originales vienen siendo aquellos egipcios antiguos, aunque como mencioné al principio, muchas de las réplicas que se muestran, fueron creadas por unos artistas de Italia, pero se sabe que siguieron casi exactamente los mismos procedimientos que aquellas esculturas y piezas originales. Los materiales de las esculturas, consisten principalmente en madera estucada, dorada y pintada o bañada en oro, los vasos, por ejemplo, estaban hechos de calcita alabastro, y según la historia, eran conocidos como canopos, y eran donde se depositaban las vísceras de los difuntos, ya lavadas y embalsamadas, y éstas se ponían dentro de una caja.
Las piezas originales de otras de las esculturas, están elaboradas en madera, yeso, hoja de oro, cobre y resina negra, y otras más, están hechas directamente en oro macizo con incrustaciones de piedras semipreciosas y pastas, y de éstos materiales consistían la mayoría de las esculturas y de las piezas.
Lo que más nos gustó, es que el museo en sí estaba decorado con elementos que le daban mucha más viveza al ambiente, y te adentraban mucho más a la historia, tales como la iluminación, el color de las paredes, o incluso cuartos en donde el techo estaba tapado con una lona café claro que te hacía sentir en aquél Egipto antiguo. Además, si había una grande variedad de objetos, y nos gustaron mucho por ejemplo todos los mapas arquitectónicos que había, un sarcófago enorme que tenía dentro un cuerpo, y las esculturas de las personas que te demostraban paso a paso algunos de sus rituales al morir, ya que cuando ves este tipo de cosas de manera gráfica o visual, aprendes mucho mejor y entiendes de manera más efectiva cómo es que hacían las cosas en aquellos tiempos.
Como características artísticas, están todas las esculturas que anteriormente ya describimos y que se muestran en las imágenes,  junto a los diseños arquitectónicos, a los tapices de las paredes que le daban más viveza, a la oscuridad que te adentraba en la situación y en la época, y también habían otros elementos como videos y sonidos que te ayudaban a comprender mejor ciertas cosas, o simplemente si querías saber todavía más sobre algo en específico.
Y finalmente, si se tuviera que hacer un análisis sobre la exposición, podría ser tanto crítico, porque cada escultura tiene sus elementos artísticos, así como histórico, ya que en aquella época influía mucho lo que los faraones o los dioses les mandaban de señales o les pedían que hicieran, así que se utilizarían ambos análisis.
Les agradecen,
Mario Trujillo
Hernán Elizondo, y 
Benedic Téllez