miércoles, 12 de marzo de 2014

Visita Cultural

En esta ocasión, tuvimos la oportunidad de apreciar una obra de teatro, en una sala experimental del Teatro de la Ciudad de Monterrey, traída por una producción colectiva, con el apoyo de CONARTE y CONACULTA. El boleto normal rondaba por los $60 pesos, pero si se demostraba que se era estudiante, te dejaban el boleto a $40, algo que realmente era de aprovechar.
Ahora bien, la obra tenía por nombre Riñón de Cerdo para el desconsuelo, de Alejandro Ricaño, y su dirección estaba a cargo de Alba Liz Gómez. Tenía dos personajes, que son los principales, Gustave, interpretado por Óscar Treviño, y Marie, interpretado por Nathalia Saucedo.
La trama de la obra es sobre una pareja, que a lo largo de la obra como que trata de evitar que uno necesita del otro, pero que a la vez son como que dependientes el uno del otro. Marie, la mujer, sí demuestra su amor hacia él, pero éste asegura que amaba a otra mujer, y que Marie no era su musa, que él no la necesitaba para escribir, aunque en realidad después se da cuenta que él, siendo un escritor francés que constantemente fracasaba, no logra escribir si no está ella. Es época de guerra, y hay un hombre irlandés al que por el contrario, le iba muy bien en la escritura, se había casado con una muy hermosa mujer que después se volvería loca, y estaba escribiendo un texto que Gustave se propuso mejorar.

Cuando el irlandés, que por cierto nunca sale en la obra, no estaba en su casa, Gustave iba y sacaba el texto para hacerle unos ajustes, y después regresarlo. Cuando el irlandés salía con una mujer, Gustave lo vigilaba, y aseguraba que lo cuidaba. Se preocupaba cuando el irlandés estaba agripado, e incluso se llega a mudar varias veces para estar más cerca de él. Hasta que los hechos cambian, Marie y Gustave se enteran que la guerra va a empezar, y el símbolo o leit motiv que se presenta en la obra, es el riñón de cerdo, ya que en un principio, después de haber perdido un concurso de escritura, quieren comer riñón para sentirse un poco mejor; luego, cuando se cumple un año de haber pasado algo, quieren celebrarlo con riñón; cuando ven que el irlandés estaba afuera, en la nieve, congelándose en el parque por no tener hogar, Gustave y Marie le hacen riñón, y le preparan un abrigo, aunque al final Gustave haya caído en el orgullo y no le haya dado nada. Pero finalmente, Gustave logra modificar la obra muchísimo, al punto de que ya tenía una trama completamente diferente, y el irlandés nunca llega a darse cuenta de éste autor anónimo que era Gustave. Cae un poco en la locura Gustave, mata a un americano creyendo que así estaba defendiendo al irlandés, luego la novia del irlandés también muere porque lo estaba engañando con el americano, y al final Gustave sufre las consecuencias, es condenado a morir, y Marie no puede hacer nada.
Desde la cárcel, Marie trata de ayudarlo, le miente sobre que el texto que él había modificado se iba a convertir en obra, le miente sobre un director que la iba a llevar a cabo, pero resulta que después ella logra que esto se haga realidad. Y, sobre el texto, trataba sobre dos hombres que se encontraban en un lugar, ambos esperando algo, que finalmente nunca llegaba, algo que a Marie le parecía estúpido. Cuando se entera que el texto se haría obra, Gustave manda a Marie a que supervise los ensayos, a que introduzca a actores que interpretarían bien la obra, hasta que se llega el día. Marie visita a Gustave, y le da la noticia de que la obra ya tenía fecha de presentación. Lo malo, es que Gustave también tenía ya fecha de muerte, y ésta era un día antes del de la obra. Marie no logra ver el ensayo final, pero va a visitar a Gustave, que parecía ya loco y que antes había ya intentado matarse. Ambos se muestran tristes, pero resignados… Ella no será nada sin él, y el finalmente la abraza; ambos esperan… Pero no saben lo que esperan; ella le llevó riñón, pero no lo comen, y así, finalmente, concluye la obra; nunca llega lo que estaban esperando…
Lo que más nos gustó fue el entusiasmo de los personajes, especialmente de Gustave, ya que sus gritos, su énfasis en ciertas palabras le daban un toque bastante interesante, bastante entretenido, y además, el lugar estaba muy ad hoc, pequeño, había pequeños elementos padres como la mesa, como las especies de ventanas que se muestran en las imágenes y que estaban colgando del techo; y también nos gustó el tema de la obra, la duración y todo.
Otras características que se mostraban aparte de éste símbolo, son la estructura temporal, que era cíclica,  o circular, debido a que empezaba en algo, se regresa para contar algo, y vuelve a presentarse el momento en el se había iniciado, pero ahora para concluir. Los personajes eran profundos, mostraban muchos sentimientos y se sabía lo que pensaban, podías darte una idea de cómo iban a actuar, y además, utilizaban un lenguaje actual, comprensible, al cual se le sumaban groserías que no la hacían vulgar, sino más real y más entretenida. Además, en cuanto a iluminación, cuando era de día, las luces que enfocaban a ambos personajes eran amarillentas, mientras que cuando era de noche, las luces eran azul obscuras. A esto se añadía el elemento de un proyector, que le brindaba más elementos visuales, y que te daba una idea de los lugares que recorrían ambos, ya que se proyectaba en una pared bastante visible.

Creemos que para un análisis de alguna obra como esta, sería mucho más conveniente que sea uno crítico, ya que la historia, aunque era en épocas de guerra, no influye tanto en la temática ni en la trama de la obra teatral, y en cambio, sí se puede analizar críticamente el lugar, el espacio, los personajes, los diálogos, y por ende, el crítico sería más eficiente.
Les agradecen,
Mario Trujillo
Hernán Elizondo, y
Benedic Téllez

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